Cuando un proceso industrial requiere la aplicación de calor, ya sea para moldear metal, aplicar soldadura o incluso en el acabado de componentes generados en impresoras 3D, las cintas adhesivas resistentes a altas temperaturas son la mejor opción.
En este artículo revisamos los fundamentos detrás de esta tecnología y sus principales aplicaciones en líneas de producción.
Para empezar, veamos los componentes básicos de las cintas adhesivas: el soporte y el adhesivo (también llamado emulsión adhesiva).
El soporte o respaldo es el material encargado de anclar el adhesivo y permitir su manipulación. Las primeras cintas utilizaban soportes de papel o tela, y desde entonces se han desarrollado muchos materiales como policloruro de vinilo (PVC), espuma y polietileno.
Por su parte, la emulsión adhesiva es el componente que permite unir dos sustratos, ya sea de forma permanente o temporal. Según su origen, existen 4 principales tipos de adhesivos:
Caucho. Se extrae del árbol de látex y, al mezclarse con resina, se vuelve pegajoso. Sus propiedades –adhesión sin presión, resistencia a temperaturas bajas y fácil remoción– lo han convertido en uno de los adhesivos más utilizados en el mundo, con aplicaciones en cintas enmascarado (masking tape), cintas de embalaje, doble cara, etc.
Caucho sintético o Hotmelt. Adhesivo fabricado mediante formulaciones basadas en un copolímero de caucho sintético, al que se le agregan agentes de pegajosidad y aditivos. Es sólido a temperatura ambiente, con tiempo de secado muy corto y excelente resistencia a la humedad y al agua. Se utiliza en cintas de embalaje, cintas de doble cara para montajes y cintas de empalme, entre otras.
Acrílico. Se caracteriza por su cohesión y buena adhesión en distintos substratos, así como por ofrecer varias resistencias (a la luz ultravioleta, a la humedad y a las oscilaciones de temperatura) que lo vuelven ideal para uniones rápidas. Es muy utilizado en películas protectoras de superficies.
Silicón. Ofrece buena adhesividad y sellado sobre una amplia variedad de sustratos, y soporta rangos de temperatura extremos que van de -55 ºC a 250 ºC. Es resistente a la humedad, al ozono y a la radiación UV y presenta propiedades dieléctricas. Entre sus aplicaciones destacan la adhesión y sellado de componentes mecánicos, electrónicos y en equipos de refrigeración.
Como vemos, los adhesivos acrílicos y de silicón tienen mayor adaptabilidad a las variaciones de temperatura, aunque también los de caucho natural o sintético pueden tener estas propiedades gracias a la formulación correcta entre adhesivo y respaldo.
Por ejemplo, un masking convencional con soporte de papel no podría resistir un proceso de moldeado de componentes metálicos por fundición, y a la vez adaptarse a formas irregulares, mantener la adhesión de sustratos y no dejar residuos.
A continuación te presentamos 3 cintas adhesivas fabricadas por BHP, resistentes a altas temperaturas y sus aplicaciones industriales:
Cinta diseñada para enmascarar con soporte de crepé suave. Es resistente hasta 163 °C (325 °F), sensible a la presión, no deja residuos de pegamento y es de fácil manipulación. Ideal para empapelados, aplicación de pintura bitono, protección y sujeción.
Cinta para enmascarar con respaldo de PVC, resistente hasta 138 °C (280 °F). Es sensible a la presión y está diseñada para tener un alto grado de adaptabilidad, además de ser impermeable y resistente a solventes. Perfecta para empapelado y pintura.
Cinta de papel de aluminio con adhesivo sensible a la presión, ajustable a superficies irregulares, flexible y resistente al agua, al agrietamiento y al desprendimiento, además de resistir los rayos UV y temperaturas de -34 a 163 °C (-30 a 325 °F). Es ideal en enmascarado de superficies para procesos de secado.
En general, una buena cinta industrial resistente al calor ofrece las siguientes cualidades:
Dependiendo de tus procesos, en BHP México diseñamos y fabricamos cintas industriales con alto grado de adaptabilidad y el ancho y largo que requieras.