La descarga electrostática (ESD por sus siglas en inglés) es el flujo repentino de electricidad estática entre dos objetos, frecuentemente creado por el contacto y la separación de materiales en un proceso denominado carga triboeléctrica.
En un entorno industrial, este fenómeno físico puede representar un riesgo para los empleados ya que puede provocar explosiones o incendios en ambientes inflamables.
Asimismo, en sectores de manufactura especializada como electrónica, automotriz, biotecnológica y farmacéutica, dispositivos médicos y semiconductores, la ESD puede dañar circuitos electrónicos y causar fallos de datos, lo que se puede traducir en cuantiosas pérdidas monetarias al año al afectar el rendimiento de la producción, la calidad del producto y la satisfacción del cliente.
En este artículo de BHP México te explicamos un par de casos donde el uso de trapos antiestáticos previene estos daños, y cómo la elección correcta de proveedor incluso puede generar mejoras en tu producción.
Imaginemos que una persona camina sobre un piso alfombrado: esta interacción hace que la alfombra pierda electrones (cargándola positivamente) y que sus pies ganen electrones (cargándolos negativamente).
Luego, si toca un tubo de metal o la chapa de una puerta que actúe como conductor, esa persona sentirá una sacudida cuando la carga triboeléctrica de su cuerpo se manifieste en forma de ESD.
La cantidad de electricidad estática creada por la carga triboeléctrica se mide en culombios y depende de factores como el área de contacto, las propiedades de los materiales y la humedad relativa (HR).
Con frecuencia los ingenieros se centran en la evaluación del potencial electrostático entre materiales, que se mide en voltios (V) y depende de las cargas eléctricas, la disposición espacial y la distancia entre los materiales.
Siguiendo con el ejemplo, la persona que caminó por la alfombra puede generar hasta 35 mil voltios de electricidad estática en condiciones de HR del 10% al 20%, una magnitud considerable si consideramos que componentes electrónicos sensibles –como los discos duros– ¡pueden resultar dañados por una transferencia de ESD de tan sólo 10 V!
Incluso en un entorno con presión y aire controlado (cuarto limpio), el ensamblaje de componentes electrónicos es vulnerable a la contaminación de partículas mas pequeñas que una micra, mismas que pueden causar estragos en los circuitos internos de computadoras, smartphones, tablets o consolas de videojuegos.
Por eso, el protocolo de estos ambientes de producción obliga a los empleados a portar un overol antiestatico y otras prendas especializadas, a fin de mantener al mínimo los niveles de agentes biológicos y microfibras. Esto equivale a tener un cuarto limpio prácticamente estéril.
Pero no solo eso sino que, en la fabricación de nanochips y componentes altamente sensibles a la ESD, se debe evitar a toda costa que los productos de limpieza induzcan la transferencia de carga electrostática a través del contacto con superficies de trabajo que fueron tratadas con estos insumos. Aquí es donde el uso de trapos antiestáticos puede prevenir estos daños.
Los cuartos limpios clase ISO 5 a ISO 8 (es decir, los que permiten una concentración máxima de 100 a 100 mil partículas menores o iguales a media micra por pie cuadrado, según el sistema estadounidense) son el estándar de producción de las industrias biotecnológica y farmacéutica.
Al igual que con la fabricación de dispositivos electrónicos, los trabajadores de estos entornos también tienen que utilizar prendas especializadas, así como trapos antiestáticos y estériles para la limpieza de superficies, instrumental y materiales.
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En los dos casos que mencionamos en este artículo se hace evidente la importancia de elegir trapos antiestáticos que cumplan con estándares de calidad y garanticen la integridad de los procesos de producción de estas industrias.
Por eso, un proveedor de productos industriales especializados como BHP México fabrica sus trapos antiestáticos con materiales como poliéster de ingeniería e hilo de fibra de carbono que eliminan las cargas electrostáticas.
Asimismo, el proceso de corte láser, tomboleo y empacado al vacío dentro de un cuarto limpio clase 10,000 (ISO 7) produce un trapo absorbente, de alto desempeño y con cero desprendimiento de partículas.
Conoce el proceso de fabricación y las ventajas de los trapos antiestáticos fabricados por BHP México.
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