En industrias de manufactura avanzada, los cuartos limpios son entornos críticos para el resultado final de la producción. Pero, así como la contaminación es casi inevitable, las acciones para mitigarla son 100% controlables y susceptibles de mejora, sobre todo si se siguen protocolos óptimos y se utilizan insumos adecuados como los trapos antiestáticos.
En este artículo te contamos más sobre los básicos en la limpieza de cuartos limpios, te damos ejemplos de materiales y equipos comúnmente utilizados para estas tareas, así como 7 consejos para garantizar que las también llamadas “salas limpias” realmente cumplan con su promesa.
De manera general, la acción de limpieza en salas limpias se realiza con dos elementos básicos: un medio que recoja las partículas contaminantes (ya sean trapos antiestáticos, mops, rodillos adhesivos, esponjas, etcétera) y un método (ya sea húmedo o en seco).
Como su nombre lo indica, la limpieza “húmeda” utiliza un medio más alguna solución química o líquido limpiador que promueva la adhesión y remoción de partículas. En tanto, la aplicación en seco realiza el pulido y/o frotado de una superficie con un medio absorbente.
En ambos casos, se debe tomar en cuenta el tipo de superficie a limpiar y el nivel de desinfección o esterilización que se desea lograr. Asimismo, el material del medio debe evitar el desprendimiento de fibras o partículas y proporcionar niveles de absorción acordes con los estándares del aire dentro del cuarto limpio, es decir, si son clase ISO 10 o ISO 1000.
Tomando esto en cuenta, algunos de los insumos más utilizados en limpieza de cuartos limpios son:
A continuación te compartimos algunos consejos para ayudar a mantener altos estándares de limpieza en los cuartos limpios de tu planta:
1. Mismos protocolos de operación y limpieza. El personal de limpieza del cuarto limpio debe portar prendas especializadas para ambiente controlado (como el overol antiestático), y realizar los mismos movimientos lentos y controlados que ejecuta el personal operativo para limitar la introducción y la dispersión de contaminantes.
2. Desinfectar materiales y equipo. Asegurarse de que todo lo que ingrese a la sala limpia pase por una limpieza/desinfección previa, a fin de no exponer los procesos a la contaminación exterior. Esto incluye, equipos, herramientas y piezas.
3. Mantener activos sistemas de ventilación durante la limpieza. Los vapores derivados de los productos de limpieza pueden contribuir a la acumulación de partículas. Para reducir este riesgo, las unidades de ventilación y calefacción (HVAC) deben estar en funcionamiento durante la limpieza.
4. Evitar electricidad estática. Usar movimientos rápidos en limpieza de cuartos limpios también puede cargar las superficies o equipos, produciendo campos electrostáticos que pueden atraer partículas. Así, independientemente de que se usen mops o trapos especializados presaturados o en seco, es necesario limpiar o trapear en un patrón de superposición lento y controlado, que empuje las partículas en la misma dirección que el flujo de aire de la habitación.
5. Minimizar partículas en el piso. Los pisos son las superficies dentro de las salas limpias que se contaminan con mayor facilidad, ya que la gravedad arrastra naturalmente las partículas hacia abajo. Utilizar tapetes adhesivos y/o zapatones reducirá la entrada de estas partículas a esta instalación.
6. Orden de limpieza. Esto es, siempre limpiar primero los estantes y dejar el piso para el final. Esto garantiza que cualquier partícula microscópica atraída por la gravedad no contamine superficies recién limpiadas.
7. Sentido común. Es importante seguir los protocolos estándar de su instalación para conocer la frecuencia de limpieza requerida pero, si ha habido exposición a contaminantes o si se aprecia suciedad, ¡es hora de limpiar!
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Como ves, los métodos, equipos y materiales de limpieza adecuados impactan de manera positiva en la calidad y en los resultados de desinfección y descontaminación de las salas blancas.
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Foto de portada: Shutterstock (con licencia).