Sin duda, la toalla de microfibra es uno de los insumos industriales más ampliamente utilizados y apreciados en casi todos los sectores productivos, pues la tecnología textil que los respalda les ha permitido obtener mejores resultados en labores de limpieza y desinfección.
Sin embargo, ¿te habías preguntado cómo se descubrieron sus propiedades y por qué sigue siendo uno de los materiales más innovadores en la fabricación de productos para ambientes controlados? Sigue leyendo y conoce más sobre este material clave para la creación de trapos especializados.
Invención de la microfibra
La historia de la microfibra textil de uso industrial es relativamente reciente. Se remonta a finales de 1950 con los primeros intentos de crear fibras sintéticas muy finas, utilizando técnicas de hilado "melt-blown" (soplado-fundido) y otras.
Sin embargo, en ese momento sólo podían ser fabricadas hebras de longitudes muy desiguales, por lo que se encontraron muy pocas aplicaciones para este tipo de material.
De ahí nos vamos al Japón de la década de los setenta donde Dr. Miyoshi Okamoto, realizó experimentos de fibras ultra finas de filamento continuo. Más adelante, el Dr. Toyohiko Hikota retomó el trabajo de su predecesor y logró crear la primera tela no tejida llamada Ultrasuede, que se empezó a comercializar exitosamente en Europa, incluso en colecciones de moda.
La fabricación masiva de las toallas de microfibra llegó en 1989 con la compañía estadounidense Dupont, y ahí comenzó su expansión global a casi todos los ámbitos de la industria textil y de la confección.
Para 2007, Rubbermaid lanzó una línea exclusivamente de productos de microfibra para los mercados de América, lo que cimentó el arraigo de esta tecnología textil hasta nuestros días.
Y a todo esto… ¿qué es la microfibra?
Siguiendo la definición de Microfiber.com, se conoce como microfibra a las fibras textiles con un valor menor a 0.2 deniers, que es la unidad que mide la densidad de las hebras naturales o sintéticas y se expresa en gramos/metro. Por ejemplo, el denier de la seda natural es 2.
¿Qué significa esto en términos simples? El hilo de microfibra puede ser entre 10 y hasta 100 veces más fino que el cabello humano, con un diámetro en el orden de las 10 micras (menos de la mitad que el de un hilo de seda).
Grosor de hilos vs. microfibra (Fuente: Microfiber.com).
Esto hace que las telas elaboradas con este material sean muy ligeras, lo cual, acompañado con otras técnicas de fabricación, genera varias aplicaciones que veremos a continuación.
Propiedades técnicas y usos industriales de la microfibra
Además de ser ultra fina, la estructura y composición de la microfibra le confiere propiedades que ningún otro textil posee.
Para empezar, las microfibras normalmente están hechas de poliéster, poliamida (nailon) o una combinación de ambos elementos.
Y en términos de estructura, esta se puede apreciar mejor bajo el microscopio pues, mientras un hilo de algodón tiene una forma tubular, las hebras de microfibra son acanaladas y con núcleo en forma de estrella.
Al modificar los tamaños y diseños de estos núcleos se amplifica la “capilaridad” (filtración) de los hilos lo cual, combinado con los materiales y técnicas de tejido, arroja propiedades de filtrado específicas y hasta extremas: por un lado, ser completamente impermeable (como en una chamarra), y por otro, ser ultra absorbente (como en una fregona o mop para secar pisos).
La siguiente es una lista de las principales aplicaciones de la microfibra en usos industriales:
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1. Absorción líquida
Las microfibras se pueden diseñar con núcleos de poliamida más abiertos lo cual, combinado con patrones de tejido que los expongan a la superficie, hacen que la tela se vuelva hidrofílica.
El resultado: una toalla de microfibra común puede almacenar ocho veces su peso en agua.
Por eso, la microfibra es muy utilizada en la fabricación de productos de secado y limpieza como fregonas, paños de limpieza y otros.
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2. Atrapar partículas de polvo y contaminantes
Dependiendo del balance entre hilos de poliéster y de poliamida, los núcleos abiertos de la microfibra también tienen propiedades electrostáticas que facilitan la atracción de partículas de polvo, principalmente al aplicarse en seco.
Además, las terminaciones de forma angular de los hilos de microfibra los hacen más eficientes para atrapar partículas de polvo microscópicas y hasta algunas bacterias.
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3. Absorción de grasa
La composición molecular del poliéster y la poliamida junto con los núcleos abiertos hace que sustancias grasas se adhieran a la superficie de la toalla de microfibra y permanezca ahí hasta su lavado.
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4. Acabado
Nuevamente, la proporción entre nailon y poliéster puede aumentar la suavidad y reducir la abrasividad de la microfibra lo cual, combinado con la técnica de tejido, permite aplicaciones como el lavado de coches en seco sin dejar ningún tipo de residuo de fibra o pelusa.
Tipos de toallas de microfibra
Como hemos mencionado, la proporción de poliéster y poliamida, junto con la densidad de hilos y las técnicas de tejido, permite que se puedan fabricar toallas de microfibra específicas para cada uso concreto.
Para diferenciarlas puedes guiarte con estas dos medidas:
✓ La relación poliéster/poliamida, que en términos de porcentaje a menudo se establece como 90/10 o 75/25.
✓ La densidad de la tela de microfibra, que se mide en gramos por metro cuadrado (GSM). A mayor densidad, mayor absorbencia.
Así, los tipos de toallas de microfibra comunes en el mercado son:
1. Toalla de uso general (proporción 80/20, densidad 220 GSM). Ofrecen buenos resultados en superficies como interiores de coches, ruedas, escapes y ventanas.
2. Toalla para cristal (proporción 80/20, densidad 350 GSM). Perfecta para secar y limpiar cristales debido a su enorme absorbencia.
3. Toalla absorbente (proporción 75/25, densidad 360 GSM). Alta capacidad de absorción.
4. Toalla para superficies delicadas (proporción 75/25, densidad 600 GSM). Mayor suavidad.
Como ves, la versatilidad de las toallas de microfibra permite su aplicación en casi todo tipo de superficies, ofreciendo grandes resultados en eliminación de impurezas y acabados de alta calidad como los que requieren las plantas automotrices
Además, sus posibilidades de configuración las hacen un insumo muy valioso en industrias de ambiente controlado como la farmacéutica, la química y la alimentaria. Un ejemplo es la toalla Microtec 2 Antimicrobial de BHP, que viene presaturada con una solución que elimina olores y evita la aparición y proliferación de microorganismos.
En BHP México ofrecemos soluciones con diseño e ingeniería textil. Así, nuestras toallas de microfibra y otros trapos especializados se fabrican dentro de cuartos limpios y con tecnología de tejido para cero desprendimiento de fibras. Solicita una muestra de producto.